Richard es un científico medioambiental con una sólida trayectoria al frente de equipos que luchan contra la contaminación por plásticos, reducen el desperdicio de alimentos y ofrecen prácticas más sostenibles en las empresas.
Richard dirige la labor internacional del WRAP, que trabaja con socios en más de 35 países para lograr un cambio sistémico, especialmente en el sistema alimentario mundial. WRAP es una organización sin ánimo de lucro con sede en el Reino Unido que tiene como objetivo reducir los residuos en todo el mundo y conseguir un futuro Net Positive.
Los programas del WRAP, como el Compromiso Courtauld, inspiran y producen cambios, por ejemplo ayudando a reducir el desperdicio de alimentos en la cadena de suministro del Reino Unido en un 27% o 1,7 Mt/año. Uno de los éxitos más recientes del WRAP ha sido la cantidad de excedentes alimentarios redistribuidos en lugar de desperdiciados. La redistribución de excedentes de alimentos se ha triplicado desde 2015 en el Reino Unido, con 92.000 toneladas (por valor de 400 millones de dólares) redistribuidas a organizaciones benéficas de alimentos en 2020.
